jueves, 26 de febrero de 2009

DESDE JSC APOSTAMOS POR LA IGUALDAD, LA DIGNIDAD Y EL BUEN TRATO A LAS PERSONAS


La pobreza y la inmigración ilegal son los canales que, desgraciadamente, alimentan estas conductas delictivas y favorecen la trata de personas, especialmente de mujeres y menores. Consideramos estos hechos de un horror extremo. En una sociedad como en la que vivimos, no podemos ni debemos cerrar los ojos frente a actitudes que degradan a las personas.

Somos responsables, como ciudadanos de un Estado de Derecho, de mostrar no sólo nuestra solidaridad y apoyo a quienes sufren, sino también de la lucha contra esta lacra social, defendiendo la dignidad y la integridad de aquellos que subyugan al maltrato y a la desesperación de sentirse solos en un mundo que parece haberse olvidado de ellos.

Se calcula que, sólo en Europa, entran cada año más de 500.000 mujeres y niñas que serán víctimas de explotación sexual. Según datos de las Fuerzas de Seguridad del Estado, más de un 90% de las mujeres que ejercen la prostitución en España son inmigrantes irregulares. Mujeres y niñas que llegan a nuestro país con la esperanza de encontrar una nueva vida y lo único que hallan al final, es el espanto de la prostitución y la vejación.

El 12 de Junio, ante la Comisión de Igualdad, la Ministra anunció que para esta legislatura, se promulgará un Plan Integral de Lucha contra la Trata de Seres Humanos con Fines de Explotación Sexual, especialmente mujeres, niños y niñas. Es una medida necesaria y urgente, que apoyamos y celebramos, ya que supone un compromiso del Gobierno, una vez más, con los más desfavorecidos y con los que más sufren las injusticias de los “tiranos” sociales.


Por todo ello, desde las Juventudes Socialistas de Canarias queremos manifestar que estamos comprometidos en esta batalla, la que forjamos cada día todos los que creemos en la igualdad y en la solidaridad como ejes fundamentales de toda sociedad en libertad. Que trabajamos y trabajaremos para que todas las personas, en especial las mujeres y los menores, vivan en las condiciones que todo ser humano, como tal, merece.

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